
PERSONAS QUE DEJARON SU HUELLA EN CHIMBOTE
Chimbote no solo es reconocido por su riqueza natural, su gastronomía y su historia pesquera, sino también por las personas que marcaron la identidad de la ciudad. A lo largo de los años, distintos personajes, algunos célebres y otros populares, dejaron recuerdos imborrables en la memoria colectiva de los chimbotanos. Desde líderes, artistas y emprendedores, hasta personajes entrañables que recorrieron sus calles, cada uno de ellos contribuyó a construir la esencia de Chimbote. Sus historias nos conectan con el pasado y nos inspiran a valorar la cultura, la tradición y la calidez humana que caracterizan a esta ciudad. En esta sección, te invitamos a conocer a quienes, con su vida y legado, dejaron una huella imborrable en el corazón de Chimbote.

MÁRTIRES DE CHIMBOTE
"Entregaron su vida por amor, fe y servicio, dejando en Chimbote un legado eterno de esperanza y valentía."
Los mártires son los sacerdotes polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew StrzaÅ‚kowski, junto con el sacerdote italiano Alessandro Dordi. Todos llegaron a la región de Santa, Chimbote, con la misión de ayudar a las comunidades más vulnerables, brindando apoyo espiritual, social y material en tiempos de crisis.
Durante la década de 1990, el país atravesaba una etapa difícil marcada por la violencia del terrorismo. A pesar del peligro, los religiosos se mantuvieron firmes en su compromiso con las poblaciones más pobres, llevando esperanza y consuelo. Sin embargo, el 9 y 25 de agosto de 1991, los tres sacerdotes fueron asesinados por el grupo terrorista Sendero Luminoso debido a su labor pastoral y su influencia en las comunidades.
Su sacrificio no fue en vano. En diciembre de 2015, la Iglesia Católica los declaró Beatos Mártires de Chimbote, reconociendo oficialmente su testimonio de fe, amor y entrega. Hoy, su historia es un símbolo de valentía, solidaridad y compromiso con los más necesitados, recordando a todos los chimbotanos la importancia de la unidad y la esperanza.
​FEDERICO JUAN CASTRO RAMÍREZ, ALÍAS "CATITA"
" Estudiante eterno, caminante de cuadernos y repartidor de sonrisas.”
Catita, cuyo nombre real era Federico Juan Castro Ramírez, nació el 26 de septiembre de 1950 en el barrio 12 de Octubre de Chimbote. A causa de una meningitis sufrida en su infancia, desarrolló un retraso mental que marcó su vida. Desde pequeño vivió en las calles y se hizo muy conocido por su carácter alegre, su gusto por coleccionar cuadernos y su presencia constante en la novena cuadra del jirón Pizarro.
Formó un vínculo especial con la familia Romero Bernuy, quienes lo acogieron con cariño y lo apoyaron durante muchos años. Era recordado por pedir cuadernos, ayudar en tareas sencillas y su gran amor por el café.
Falleció el 28 de marzo de 1999 tras un accidente en la avenida Pardo. Hoy, Catita es recordado como un personaje querido y parte de la identidad popular de Chimbote.


ZOILA VALDIVIA PAZ, ALÍAS "TÍA SARANDONGA"
"Con el puño en alto y el corazón en la pista, la Tía Sarandonga fue la alegría de las picanterías y la voz incansable del pueblo chimbotano."
Zoila Valdivia Paz, más conocida como la “Tía Sarandonga”, nació en Barrios Altos, Lima, posiblemente el 27 de junio de 1935. A los 17 años, se trasladó a Chimbote, inicialmente impulsada por una amiga, y se quedó allí para siempre.
Trabajó en diversas picanterías, donde se ganó el cariño de los pescadores locales por su alegría y naturalidad. Su apodo, “Sarandonga”, surgió porque solía bailar la canción “Sarandonga” o de “Los Compadres” en estos lugares, lo cual hacía con tanto entusiasmo que hasta cerraban los locales para ver su baile. Más allá del baile, la Tía Sarandonga se destacó como una luchadora social incansable, apoyando causas obreras, especialmente en huelgas de pescadores y siderúrgicos. Estaba siempre en la primera fila de las protestas y mitines, repartiendo volantes, portando pancartas o simplemente dando ánimo al movimiento obrero.
Durante sus últimos años, el Sindicato de Obreros de Siderperú le brindó una habitación donde vivió y desde donde continuó siendo parte activa del tejido social chimbotano Falleció a los 81 años, el 6 o 7 de enero de 2017, tras sufrir un paro cardíaco, mientras se encontraba internada en el Hospital III de EsSalud en Chimbote
CIRIACO MONCADA, ALÍAS “LOCO MONCADA”
"No hace falta ser grande para ser recordado, basta con ser auténtico."
Ciriaco Moncada, alías “Loco Moncada” (1935 – 2004) es uno de los personajes más recordados y emblemáticos de Chimbote, símbolo de la esencia popular de la ciudad. Nacido en un contexto humilde, se hizo conocido por su carácter extrovertido, su carisma y la forma única en la que interactuaba con la gente. Conocido cariñosamente como “Loco Moncada”, recorría las calles de Chimbote dejando huellas imborrables en la memoria colectiva de quienes lo conocieron. Aunque no ocupó cargos importantes ni buscó protagonismo, su figura trascendió porque representaba la alegría, la sencillez y la autenticidad del pueblo chimbotano.
Durante su vida, Loco Moncada recorrió las calles de la ciudad, conversando con vecinos, compartiendo anécdotas y sacando sonrisas a quienes lo conocían. Su espontaneidad y cercanía lo hicieron parte del paisaje urbano y un referente de la vida popular de Chimbote.
Hoy en día, el recuerdo de “Loco Moncada” sigue vivo entre quienes lo conocieron. Su legado no se basa en logros materiales ni en títulos, sino en la alegría y humanidad que transmitía. Para muchos, fue un recordatorio de que la identidad de Chimbote también se construye a partir de personas comunes que dejan huella en la memoria social.


JUAN CHÁVEZ CHIRIA, ALÍAS "DON JUAN CHIRI"
"La verdadera grandeza está en servir y compartir con los demás."
Don Juan Chiri Cabrera (1940 – 2010) fue un personaje emblemático de Chimbote, muy querido por la comunidad debido a su carisma, sencillez y cercanía con la gente. Su puesto de venta se encontraba en la puerta de entrada del Mercado Modelo, en la esquina de las calles Gálvez y Espinar, lugar donde se convirtió en un referente para estudiantes, profesores y curiosos. Vendía periódicos pasados, revistas, libros y todo tipo de material académico. Quienes lo visitaban sabían que, si necesitaban información o textos difíciles de conseguir, Don Juan Chiri siempre tenía lo que buscaban.
Don Juan Chiri es reconocido principalmente por su espíritu solidario y por ser un personaje cercano al pueblo. Siempre estaba dispuesto a brindar apoyo, compartir historias y alegrar con su buen humor a quienes lo rodeaban. Además, representaba la identidad chimbotana en su forma de ser: sencillo, trabajador y profundamente orgulloso de su ciudad. Su vida y legado siguen siendo recordados por varias generaciones que lo consideran parte del patrimonio cultural y social de Chimbote.