UN POCO DE HISTORIA
La Catarata El Hornillo no solo destaca por su imponente belleza natural, sino también por su conexión con las comunidades locales y la historia de la zona. Este atractivo forma parte de un territorio que, desde tiempos prehispánicos, fue habitado por pueblos dedicados principalmente a la agricultura y la recolección. Diversas evidencias arqueológicas halladas en las cercanías demuestran que antiguas culturas aprovecharon la presencia de estas fuentes de agua para desarrollar asentamientos y cultivos.
Durante la época colonial, el área cercana a la catarata formó parte de rutas de tránsito entre comunidades, sirviendo como punto de descanso y abastecimiento de agua para los viajeros y comerciantes que se desplazaban entre distintas regiones. Con el tiempo, el Hornillo se convirtió en un lugar de encuentro para las poblaciones locales, que lo consideraban un espacio sagrado por la abundancia de agua, símbolo de vida y fertilidad para sus cultivos.
Hoy en día, aunque no existen documentos oficiales extensos sobre su historia, la catarata ha adquirido un importante valor cultural para la zona, siendo parte de las tradiciones orales que las comunidades transmiten de generación en generación. La leyenda local cuenta que el nombre “El Hornillo” proviene de una formación rocosa cercana que, según los pobladores, recuerda la forma de un antiguo horno utilizado para cocinar alimentos. Estas historias aportan un aire místico y especial al atractivo, complementando la experiencia turística con elementos culturales que conectan el pasado con el presente.
Características principales
Consejos para visitantes
1
Lleva calzado cómodo: el acceso puede incluir caminos con piedras o tierra húmeda.
2
Protégete del sol y los insectos: usa bloqueador solar y repelente.
3
Respeta el entorno: evita dejar basura o alterar la flora y fauna.
4
Lleva agua y snacks: aunque cerca puede haber puestos, es mejor ir preparado.
5
Cámara lista: ¡no te querrás perder ninguna toma!